Fuente: Sindicato STC.
La falta de imaginación o la manipulación de los datos, claves a la hora de decidir sobre el futuro de nuestras pensiones.
Las recetas que ofrecen los expertos (la mayoría de ellos ligados a la banca) pasan por incrementar los impuestos, recortar los gastos, eliminar las bonificaciones, cotizar por los salarios reales, reformar el mercado de trabajo, aumentar la edad de jubilación y dar más peso al sistema privado de pensiones.
Ninguno de ellos analiza como elemento central que la raíz del problema está en la escasez de ingresos derivados del desempleo, las reducciones salariales y las múltiples medidas que rebajan las cotizaciones empresariales, que son los elementos que minan las bases financieras del sistema.
Es la ilógica de la austeridad, que reduce cotizantes y cotizaciones, la que pone en peligro nuestro sistema de pensiones.
El problema actual que se nos presenta no se genera de forma espontánea, sino porque se han ido introduciendo elementos que han hecho que se reduzcan los ingresos. No es, por la tanto, una cuestión de aumento de gastos.
Hay que plantear que existen otros elementos, como la productividad, que está haciendo que en las últimas décadas cada trabajador genere más riqueza.
Y el debate debe darse precisamente sobre este aspecto: determinar claramente a dónde van los incrementos de productividad, si a aumentar los dividendos de los beneficios empresariales, como viene sucediendo, o por ejemplo a ampliar las cotizaciones que sostienen el sistema público de pensiones.
Desde STC seguimos defendiendo que es una cuestión de distribución de la riqueza generada, no una simple cuestión de ingresos y gastos.
Gabinete de Prensa del STC