Vodafone ha descartado cambios a «corto plazo» en la organización tras la compra de Ono, que prevé cerrar en un plazo de dos a tres semanas tras recibir el ‘visto bueno’ de Bruselas, según han informado en fuentes de la compañía.
Tras la fusión con el operador de cable español, Vodafone sumará una plantilla en España de cerca de 6.000 empleados.
Las fuentes han puntualizado que, una vez se complete la transacción, los clientes de ambas compañías seguirán disfrutando de los mismos servicios que tenían contratados hasta la fecha, así como de las mismas líneas de soporte, servicio e información que venían utilizando habitualmente.
La Comisión Europea ha autorizado este miércoles sin condiciones la compra de Ono por parte de la operadora británica, tras constatar que la operación, valorada en 7.200 millones de euros, no plantea problemas de competencia en el mercado comunitario.